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Venus y Plutón rigen signos contiguos, Libra y Escorpio. Venus también rige a Tauro, el signo que se opone a Escorpio. Cuando los signos están uno al lado del otro y en oposición, son tan diferentes como puede ser. Venus simboliza la armonía, la belleza, el placer y el amor, mientras que Plutón simboliza la transformación, el sexo, la muerte, el renacimiento y la intimidad.
En sinastría, Plutón aporta intensidad, obsesión, posesividad y ansia de intimidad. Plutón quiere profundizar para descubrir lo que hay debajo de la superficie. La superficialidad no le gusta a Plutón; quiere algo profundo. Quiere algo transformador, algo que trascienda los límites entre dos personas. No en el sentido espiritual de Neptuno, sino en un sentido más físico y psicológico. Venus, en cambio, quiere equilibrio y armonía. Venus es conocido como un planeta superficial, ya que anhela la belleza y la cooperación por encima de todo.
Cuando Plutón se encuentra con Venus en sinastría, la Bestia se encuentra con la Belleza. A Plutón no le impresionan las gracias sociales y los gustos floridos de Venus. Se siente tremendamente atraído por su encanto, su gracia y su belleza, sí, pero la atracción surge de mucho más allá de su belleza exterior. Plutón ve directamente en la psique de Venus. Quiere descubrir sus capas y quiere conocer sus secretos más profundos y oscuros. Quiere llevar a Venus a las profundidades de la intimidad, donde tienen lugar los verdaderos vínculos y la intimidad. Al principio, Venus se siente desconcertada, asustada e intrigada por Plutón. Se siente halagada por su atención e interés por conocerla, pero su intensidad la asusta. Le encanta su pasión, ya que la hace sentir deseada y hermosa. Venus sabe que no puede esconderse de Plutón, y la tentación es difícil de resistir. Si Plutón siente que su nivel de intensidad no es igualado por Venus, aumentará su intensidad hasta que estén al mismo nivel.
Como en todos los aspectos de sinastría de Plutón, la persona de Plutón tiene la «mano superior», y Venus es la pareja sumisa. A medida que la relación se desarrolla, la pareja se vuelve exigente con el otro. El miedo a perderse mutuamente afecta a ambos, dando lugar a sentimientos de inseguridad, celos y posesividad. Plutón desea dominar y controlar completamente a Venus, mientras que Venus está ansiosa por complacer a Plutón. Plutón continuará escarbando y escarbando en la mente de Venus hasta que esté satisfecho con el afecto de Venus. El «todo o nada» caracteriza esta unión. Plutón no está dispuesto a compartir a Venus, y utiliza tácticas manipuladoras para asegurarse de que Venus le pertenece a él, y sólo a él.
Plutón obliga a Venus a ver algo de sí misma que quería mantener oculto. Su papel es transformar a Venus explorando las profundidades de la intimidad y del compartir. La relación es altamente sexual y la química es adictiva. Este nivel de pasión es el más alto que tendrá en su vida, ya que ambos exploran y juegan con los secretos y fantasías más profundos y oscuros del otro. Este aspecto también puede dar lugar a la explotación sexual, dado el dominio de Plutón sobre Venus, y el deseo de Venus de complacer a Plutón de cualquier manera que pueda.
Si alguna vez has leído «Cincuenta sombras de Grey», tienes una buena comprensión de Venus-Plutón en sinastría. En el libro, el joven y apuesto millonario, Grey, conoce a una joven e inocente virgen, Ana, y ambos comienzan una relación sexual, caracterizada por la dominación y la sumisión. Grey lleva la voz cantante en la relación, diciéndole a ella que la relación será sólo de naturaleza sexual. Grey pone a prueba los límites sexuales de Ana, sacando a relucir un lado sexual que no sabía que existía. Ana finalmente se agota con la relación y deja a Grey, pero el nivel de pasión e intimidad que ambos compartieron nunca se olvidará.
Una nota final: el aspecto Venus-Plutón en sinastría también puede dar lugar a la explotación financiera. Además del amor y la belleza, Venus también rige las finanzas y las posesiones personales. Plutón puede aprovecharse del deseo de Venus de complacerle apoderándose de sus finanzas.
La descripción anterior se aplica especialmente a los aspectos duros (conjunción, oposición, cuadratura) entre Venus y Plutón en sinastría. El sextil y el trígono encapsulan el lado positivo de Venus-Plutón; hay intensidad y obsesión, pero es menos consumidora y negativa que la que encontramos en los aspectos duros.