(CBS Local)- El ex All-Star de la NBA, Jayson Williams, ha experimentado altibajos extremos en su vida.
El graduado de St. John’s fue una selección de primera ronda en 1990, jugó en el partido de las estrellas de la NBA de 1998 en el Madison Square Garden, y fue uno de los grandes hombres de la liga. Pero la vida de Williams cambió para siempre en febrero de 2002, cuando disparó y mató al conductor de su limusina en Nueva Jersey. Williams terminó cumpliendo 27 meses de prisión y ahora es un defensor de la recuperación y el fundador de un programa de recuperación llamado Rebound en Futures Recovery Health Care en Florida.
Williams dice que está trabajando todos los días para mejorar su vida y las vidas de otros a su alrededor.
«Tengo una enfermedad que me dice que no tengo una enfermedad en ser un alcohólico», dijo Williams en una entrevista con DJ Sixsmith de CBS Local. «Tengo que desgastarme todos los días. Hago terapia de aventura al aire libre en Rebound. Por la gracia de Dios, finalmente encontré algo en lo que soy realmente bueno. Se me da muy bien ayudar a la gente a vencer su adicción. Es un negocio duro, pero gratificante. Lo más duro es el 13 de febrero, cuando el Sr. Christofi perdió la vida accidentalmente por mi imprudencia y las cosas que hice por ser un cobarde ese día. Eso es lo más duro. El alcohol y el ambien era lo mío. Tengo que trabajar para lidiar con mi pasado».
ENTREVISTA COMPLETA:
En 2010, Williams se declaró culpable de agresión por el disparo accidental al conductor de su limusina. Aunque a Williams no le gusta hablar mucho de sus días de baloncesto y de su vida antes del incidente, jugar para St. John’s y el entrenador jefe Lou Carnesecca fue una de las grandes alegrías de su vida.
«Chris Mullin puede haber sido un gran jugador, pero yo soy el favorito del entrenador Carnesecca», dijo Williams. «Llamo al entrenador Carnesecca al menos tres veces por semana. Su capacidad para tratar con los padres es el mayor elogio que se le puede dar. Cuando fui a la universidad, ya tenía dos hijos. Tuve que adoptar a los hijos de mi hermana. Tenía que levantarme y llevar a mi hijo al colegio y a mi hija al colegio. Tenía que ir al colegio, recogerlos, ir a los entrenamientos y hacer los deberes. Nadie me ayudaba. El entrenador Carnesecca nunca me dio tregua y me dijo que llevara a los niños a los entrenamientos. Le aplaudo por eso».
Otro de los recuerdos de baloncesto favoritos de Williams es haber jugado en el partido de las estrellas de la NBA de 1998 en el Madison Square Garden. Fue compañero de equipo de Michael Jordan y pudo jugar contra Kobe Bryant y Shaquille O’Neal.
«Recuerdo todo el trabajo previo. Era el que más trabajaba», dijo Williams. «Me lo tomé como un gran honor. Yo representaba a un pívot y jugaba en la posición de 1,90 con todos esos grandes pívots de entonces. Incluso si no te gustaban los Nets y eras de Nueva York, estabas gritando. Fue increíble».