La perspectiva de escritura, también conocida como punto de vista, se refiere al método que un autor elige para transmitir su texto. Hay tres perspectivas de escritura: primera persona, segunda persona y tercera persona. Cada una de ellas afecta al tono y al mensaje del texto y a la forma en que el lector percibe el escrito. En consecuencia, es importante que un autor se familiarice con las tres perspectivas para poder elegir el punto de vista que mejor funcione.
Primera persona
La primera persona es la más personal de las tres perspectivas de escritura. Esta perspectiva se escribe desde el punto de vista del escritor y suele utilizarse para transmitir una experiencia personal. En consecuencia, el escritor utiliza los pronombres «yo», «me», «nos», «mi» y «nosotros» cuando escribe un texto en primera persona. El uso del punto de vista en primera persona hace que la escritura parezca más conversacional y con un tono más natural.
Segunda persona
Escribir en segunda persona implica utilizar un lenguaje que se dirige al lector. Por ello, los textos en segunda persona suelen utilizar el término «tú» para atraer al lector e involucrarlo en la narración. Los autores son más propensos a utilizar un lenguaje activo y directo cuando escriben en segunda persona. Este estilo de escritura se utiliza a menudo en campañas de publicidad y marketing y en escritos instructivos.
Tercera persona
La tercera persona es la más autorizada y objetiva de las tres perspectivas de escritura. La tercera persona no se escribe desde el punto de vista del autor o del lector, sino desde el de una tercera persona, como un narrador. Esta perspectiva de escritura también se denomina punto de vista omnisciente, ya que el narrador adquiere un carácter divino y omnisciente. Sabe todo lo que hay que saber sobre los personajes y ayuda al lector a entender a los personajes y la historia. Un autor que escriba en tercera persona utilizará pronombres como «él», «ella», «ellos» y «ello» en el texto. Esta perspectiva de escritura se utiliza a menudo en textos cuyo objetivo es dar información, como periódicos, informes y textos académicos. También es el punto de vista habitual cuando el escrito es una comunicación empresarial. Mantener la perspectiva de la tercera persona a lo largo de un texto puede resultar difícil. El escritor puede recurrir al uso de una voz pasiva y el tono distante puede hacer que el lector se sienta alejado del texto.
Uso de las perspectivas
Un autor debe seleccionar su punto de vista basándose en el mensaje que intenta transmitir, el tipo de lector al que se dirige y el tipo de texto que está escribiendo. Es importante que el autor elija una perspectiva de escritura y continúe con la misma a lo largo del texto. Al cambiar de perspectiva a lo largo del texto se corre el riesgo de confundir y distraer al lector.