La mayoría de ustedes probablemente han escuchado a su entrenador de fuerza, masajista o quiropráctico referirse a su fascia. Sin embargo, puede que algunos de ustedes no tengan ni idea de lo que esa persona está hablando. Nuestra fascia es una fina vaina de tejido fibroso que envuelve un músculo u otro órgano. Me gusta explicarlo como un «traje de tejido conectivo que cubre nuestros músculos». Aunque es una imagen desagradable, imagina que nos quitan toda la piel del cuerpo. Lo que verías es una lámina blanca de tejido con aspecto de tela de araña que parece que está envolviendo nuestro cuerpo con sarán de la cabeza a los pies. Este traje de tejido conectivo es increíblemente fuerte y tiene un efecto muy grande en el funcionamiento de nuestros músculos y articulaciones. Algunas de las funciones de la fascia son conectar los músculos a los huesos como tendones, conectar los huesos a otros huesos como ligamentos, amortiguar las vértebras y envolver los huesos. Sólo por estas características probablemente puedas empezar a entender cómo la mala calidad de la fascia puede tener un efecto negativo en nuestro movimiento.
Dado que nuestra fascia cubre nuestros músculos es muy difícil mejorar la calidad de nuestro tejido muscular sin mejorar primero la calidad de nuestra fascia. Antes de aburrirles demasiado con estas cosas de la ciencia, empecemos a aprender cómo podemos combatir el endurecimiento de nuestra fascia y nuestros músculos.
Una modalidad de liberación de tejidos blandos que ha ganado mucha popularidad es la liberación miofascial. Myo significa músculo y todos ustedes saben ahora lo que significa fascia. El término liberación se refiere a la eliminación de restricciones. Muchos terapeutas de masaje y trabajadores corporales tienen formación en la liberación miofascial, sin embargo, ver a un terapeuta constantemente es a veces un poco fuera de nuestro presupuesto. Por suerte, existe la auto-liberación miofascial, o SMR. La SMR es una técnica de liberación de tejidos blandos que puedes realizar por ti mismo para mejorar la flexibilidad, la movilidad, el rendimiento, la función y reducir la aparición de lesiones. No se necesita ningún equipo especial o caro para realizar la SMR. Una pelota de tenis, un rodillo, un rodillo de espuma, un balón de fútbol o un balón medicinal son algunas de las herramientas con las que puede realizar la SMR. A continuación encontrará algunos vídeos instructivos para que pueda empezar a realizar su propio SMR.