Muestras de los pulmones de los pacientes muestran que una reacción desbocada del sistema inmunitario podría ser uno de los mecanismos que subyacen a los casos graves de COVID-19.
Cuando se infectan con el coronavirus SARS-CoV-2, muchas personas experimentan síntomas leves y moderados, pero para algunas la infección puede ser grave o mortal. Los científicos tratan de comprender urgentemente cómo puede agravarse la COVID-19.
Ahora, un estudio dirigido por investigadores del Imperial College de Londres ha revelado cómo una reacción exagerada de una parte del sistema inmunitario podría estar relacionada con los casos graves de COVID-19.
Cuando nos infectamos con agentes patógenos como bacterias y virus, nuestro cuerpo monta varios tipos de respuesta del sistema inmunitario. Uno de los principales componentes son las células T, que se presentan en varias formas diferentes que coordinan la respuesta inmunitaria, desde la eliminación de las células infectadas hasta el reclutamiento de más células T para la lucha.
A veces, nuestro sistema inmunitario reacciona de forma exagerada ante los invasores, por ejemplo durante una reacción alérgica, lo que hace que las células T maten a las células normales y sanas y provoquen daños en los tejidos. Sin embargo, existe un «mecanismo de freno» que debería entrar en acción, haciendo que los linfocitos T reduzcan su actividad y calmen la inflamación.
La nueva investigación, publicada hoy en Frontiers in Immunology, muestra cómo este mecanismo de freno no parece entrar en acción en los casos graves de COVID-19.
El investigador principal, el Dr. Masahiro Ono, del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial, dijo: «Necesitamos desesperadamente nuevas formas de reducir el impacto de la COVID-19 en los pacientes gravemente afectados. Esto empieza por comprender exactamente qué es lo que va mal y les causa daños. Esperamos que este estudio contribuya a responder a esta pregunta y a crear nuevas herramientas para luchar contra la enfermedad».
Los investigadores analizaron muestras de los pulmones de seis pacientes de COVID-19 en China con síntomas graves y las compararon con muestras de tres pacientes de COVID-19 moderados y tres personas sanas.
Aunque las muestras procedían de un número relativamente reducido de pacientes, el equipo investigó el uso de genes en células individuales, lo que les permitió conocer con detalle la respuesta del sistema inmunitario. Este método les permitió analizar células raras y su dinámica, lo que no puede lograrse con los métodos convencionales.
Descubrieron que los pulmones de los pacientes graves de COVID-19 habían acumulado una amplia gama de células T «hiperactivadas», lo que sugiere que el mecanismo de freno había fallado. Esta reacción exagerada «paraliza» el sistema general de células T, lo que hace que fracase en la lucha contra el virus, además de causar más daño a los pulmones a través de la inflamación severa y la destrucción de los tejidos.
Al examinar más de cerca el mecanismo, los investigadores descubrieron que la proteína «Foxp3», que normalmente induce el mecanismo de freno, está inhibida en los pulmones de los pacientes con COVID-19 grave. No están seguros de por qué Foxp3 está inhibida, pero un estudio más detallado podría revelar esto, y potencialmente conducir a una manera de poner los frenos de nuevo en la respuesta de las células T, reduciendo la gravedad de la enfermedad.
Nuestro estudio observó sólo unos pocos pacientes, pero analizó miles de sus células en gran detalle, revelando un nuevo mecanismo de empeoramiento de la COVID-19. Con más estudios, esperamos comprender mejor el mecanismo de la inhibición de Foxp3 y, potencialmente, cómo revertirlo»
Dr. Bahire Kalfaoglu, primer autor, Departamento de Ciencias de la Vida, Imperial College London