¿Cómo se diagnostican las várices esofágicas?
Se recomienda el cribado regular de las várices esofágicas en las personas que tienen una enfermedad hepática avanzada. El cribado se realiza mediante endoscopia. Un endoscopio es un tubo fino y flexible con una luz y una pequeña cámara en la punta. El médico pasa el endoscopio por el esófago y la cámara envía imágenes del interior del esófago a un monitor. El médico observa las imágenes para detectar las venas agrandadas y las clasifica por su tamaño. Las líneas rojas en las venas son un signo de hemorragia.
El médico también puede utilizar el endoscopio para examinar el estómago y la parte superior del intestino delgado. Esto se denomina esofogastroduodenoscopia (EGD).
La imagen mediante TC o RMN también se utiliza para diagnosticar las varices esofágicas, a menudo en combinación con la endoscopia. Las imágenes creadas por TAC o RMN muestran el esófago, el hígado y las venas porta y esplénica. Proporcionan al médico más información sobre la salud del hígado que la endoscopia por sí sola.
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