A medida que los niveles de estrógeno caen en picado, las menstruaciones se vuelven irregulares y los sofocos adquieren un papel protagonista en su vida, es de esperar una cierta irritabilidad. ¿Qué mujer no estaría harta? Pero resulta que tu estado de ánimo no es lo único que puede ponerse sensible durante la perimenopausia y la menopausia. El estómago también puede hacerlo.
Las mujeres constituyen aproximadamente dos tercios de los casos de síndrome del intestino irritable (SII), según la Fundación Internacional de Trastornos Gastrointestinales Funcionales, y sus síntomas -como la diarrea, el estreñimiento y la hinchazón- tienen más probabilidades de aparecer cuando las mujeres entran en la menopausia.
La razón: Las hormonas sexuales afectan a la motilidad y la función gastrointestinal, según el Weill Medical College de la Universidad de Cornell. Durante la perimenopausia, los niveles de estrógeno fluctúan en gran medida, el estradiol puede aumentar debido a la respuesta folicular ovárica a los niveles elevados de FSH, y el organismo puede presentar una deficiencia de progesterona debido a la falta de ovulación o a las deficiencias de la fase lútea a medida que disminuye la calidad del folículo ovárico. Como resultado, el cuerpo puede liberar óxido nítrico sintasa, relajando el músculo liso del intestino y causando hinchazón, según la Universidad de Cornell.
Si su intestino se siente irritable, sepa que no es la única mujer que tiene hábitos de baño poco agradables. Pero, por suerte, puede controlar su intestino con estas sencillas estrategias:
Amigue la fibra. Pero con precaución. Aunque la gran F (es fibra, para que sepas) frena el estreñimiento, puede empeorar los gases y los calambres, según la Clínica Mayo. Para aprovechar los beneficios de la fibra sin hincharte, aumenta gradualmente la cantidad de fibra de alimentos como los cereales integrales, las frutas y las verduras en tu dieta durante varias semanas. Coma estos alimentos para combatir los síntomas de la menopausia.
Piense dos veces en los lácteos. La intolerancia a la lactosa, la incapacidad de digerir correctamente un azúcar llamado lactosa que se encuentra en los productos lácteos, es más común en los adultos mayores, según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas de los Institutos Nacionales de Salud. La Clínica Mayo recomienda consumir productos lácteos en pequeñas dosis o tomar un producto enzimático para ayudar al cuerpo a digerir cualquier lácteo. Si usted y su médico deciden eliminar por completo los productos lácteos de su dieta, hable primero con un dietista para asegurarse de que su plan de alimentación incluya toda la nutrición (incluido el calcio) que necesita. Conozca el papel del calcio en la prevención de la osteoporosis durante la menopausia.
Beba. Los líquidos (especialmente el buen H2O) ayudan a que todo se mueva como es debido, previniendo las obstrucciones que pueden provocar estreñimiento, gases e hinchazón. Así que asegúrate de beber a sorbos a lo largo del día. Evite el alcohol y las bebidas con cafeína siempre que sea posible; pueden estimular sus intestinos y empeorar la diarrea, mientras que la carbonatación puede poner un exceso de aire (también conocido como gas) en su tracto digestivo, según la Clínica Mayo.
Reduzca el estrés. Dado que el sistema nervioso controla en parte el colon, el estrés, los cambios de humor de la menopausia y la depresión pueden conducir a una barriga malhumorada, según la Anxiety and Depression Association of America, que señala que el sistema inmunitario y su respuesta al estrés también pueden desempeñar un papel en los síntomas del SII relacionados con el estrés. El papel del estrés es tan importante que, de las personas que buscan tratamiento para el SII, hasta el 90 por ciento de ellas sufren un trastorno como la ansiedad o la depresión, según la Anxiety and Depression Association of America. Echa un vistazo a estas estrategias para combatir el estrés de la menopausia.
Suda. Además de mejorar tu estado de ánimo -una revisión reciente en The Cochrane Library muestra que el ejercicio disminuye la depresión-, estimula las contracciones normales de los intestinos que pueden ayudar a detener la oscilación entre el estreñimiento y la diarrea, según la Clínica Mayo.
Toma los medicamentos con precaución. El objetivo es eliminar (no depender) del uso de medicamentos. ¿Por qué? A largo plazo, estos medicamentos pueden causar problemas digestivos, según la Clínica Mayo. Si pruebas medicamentos antidiarreicos de venta libre o (por el contrario) laxantes, utiliza la dosis más baja que te ayude.
Señoras, es hora de dejar de fingir que lo único que hacemos en el baño es empolvarnos la nariz y volver a pintarnos los labios. Es hora de ser sinceras con nosotras mismas sobre lo que ocurre en nuestro intestino y hacer algo al respecto. Puede mantenerte más feliz, más sano y sentirte mucho más ligero.
Recuerda: Llegar a la gente está dentro. Sufrir en silencio está fuera!