Las principales prácticas del Yoga Integral se centran en restaurar la facilidad y la paz del cuerpo y la mente. Swami Satchidananda dijo que el «malestar» -la perturbación de la facilidad natural de uno- es la causa de la enfermedad, por lo que la prevención y la restauración son las características de las prácticas del Yoga Integral.
PrincipiosEditar
El objetivo del Yoga Integral, según Swami Satchidananda:
La meta del Yoga Integral, y el derecho de nacimiento de cada individuo, es realizar la unidad espiritual detrás de todas las diversidades en la creación entera y vivir armoniosamente como miembros de una familia universal. Esta meta se logra manteniendo nuestra condición natural de un cuerpo de óptima salud y fuerza, los sentidos bajo total control, una mente bien disciplinada, clara y tranquila, un intelecto tan afilado como una navaja, una voluntad tan fuerte y flexible como el acero, un corazón lleno de amor incondicional y compasión, un ego tan puro como un cristal, y una vida llena de Paz y Alegría Suprema.
Las enseñanzas del Yoga Integral tienen sus raíces en el sistema de Yoga formalizado por el sabio Patanjali en los Yoga Sutras de Patanjali. Las enseñanzas fundamentales incluyen preceptos morales y éticos (yama y niyama), que incluyen la no violencia, la veracidad, el no robar, la moderación, la no codicia, la pureza, el contentamiento, la autodisciplina, el estudio espiritual y el llevar una vida dedicada o desinteresada.El Yoga Integral sintetiza las siguientes seis ramas del Yoga clásico.
Seis ramasEditar
El Hatha Yoga combina asanas con pranayama y relajación profunda. Una dieta vegetariana y la abstinencia de tabaco, alcohol y otros estimulantes forman parte de este componente físico. Patanjali afirmó que las asanas deben ser «constantes y cómodas». Por lo tanto, se anima a los practicantes de Yoga Integral a evitar el sobreesfuerzo y a tomarse periodos de descanso y relajación durante su práctica, lo que permite un flujo más meditativo.
El Raja Yoga es el camino de la meditación y la autodisciplina, basado en principios éticos. La práctica de los ocho miembros del Yoga descritos en los Yoga Sutras de Patanjali ayuda a fortalecer y armonizar todos los aspectos del individuo, culminando en la autorrealización. Los Yoga Sutras ofrecen una guía detallada sobre cómo practicar. En la tradición del Yoga Integral, estas enseñanzas se consideran herramientas para la transformación. Swami Satchidananda animaba a sus estudiantes a ponerlas en práctica en la vida diaria, explicando que: «Las enseñanzas del Raja Yoga son una llave de oro para abrir toda la salud, la felicidad, la paz y la alegría.»
El Bhakti Yoga, la práctica que se centra en cultivar el amor y la devoción hacia Dios, se deriva del Bhagavad Gita y de los Yoga Sutras de Patanjali, que afirman que el amor total y la entrega a Dios ayudarían al practicante en el camino hacia la iluminación. En la tradición del Yoga Integral, el Bhakti Yoga se practica de muchas maneras. Las prácticas comunes incluyen el canto de llamada y respuesta kirtan, la oración, la puja (adoración) y el «recuerdo constante de lo divino». El yogui integral considera que estas prácticas devocionales son expresiones externas de una actitud interna de entrega, o de liberación del deseo egoísta.
El karma yoga es el servicio desinteresado, una forma de meditación en acción. Da sin esperar nada a cambio; pensando en las acciones mismas como una ofrenda a lo divino o a toda la humanidad. En la tradición del Yoga Integral, el Karma Yoga es una práctica central. Swami Satchidananda enseñó que la clave de la felicidad es estar al servicio de los demás. Su lema era «Los dedicados siempre disfrutan de la paz y la alegría supremas. Por lo tanto, vive sólo para servir».
El Jnana Yoga, el camino de la sabiduría, implica el estudio, el análisis y el cultivo de una mayor conciencia. A través de él, los practicantes se esfuerzan por dejar de identificarse con sus cuerpos y mentes y se dan cuenta del «testigo» inmutable que hay en su interior. Para alcanzar esta conciencia, los yoguis integrales practican la reflexión y la autoindagación, que pueden ser formas de meditación. La reflexión significa que una parte de la mente se aleja y observa; esta parte de la mente se conoce como el testigo. La autoindagación en el Jnana Yoga es un cuestionamiento más directo de «¿Quién soy yo?», una práctica destinada a ayudar al practicante a experimentar su verdadera identidad.
El Japa Yoga, la repetición de mantras, es uno de los enfoques directos más fáciles y eficaces para desarrollar una práctica de meditación exitosa. Cuando uno utiliza un mantra, ese mantra representa e invoca en su sistema un aspecto particular de la «vibración cósmica». Swami Satchidananda explicó que los mantras no tienen que tener un significado personal -cualquier cosa que calme y eleve la mente cuando se repite puede considerarse un mantra. Sin embargo, también sugirió que los mantras seleccionados, administrados a través de una iniciación, podrían ser beneficiosos, «como una receta firmada por un médico»
.