Evaluación de la calidad de vida
En los últimos años se han desarrollado varios cuestionarios autoadministrados para la evaluación de la calidad de vida. Todos los cuestionarios se han construido para evaluar dos dominios principales: el bienestar físico y el mental. Los ítems contenidos en los distintos cuestionarios son muy variados (de 6 a más de 130 preguntas) y la asociación de los distintos ítems permite calcular los distintos dominios. En general, una puntuación alta de los distintos dominios corresponde a una buena calidad de vida, mientras que una puntuación baja indica una mala calidad de vida.
En los últimos años, se han publicado muchos estudios que evalúan la calidad de vida en pacientes con pancreatitis crónica; estos estudios incluían a pacientes mixtos médico-quirúrgicos. En tres de estos estudios se utilizó un cuestionario denominado Medical Outcome Study 36-Item Short-Form Health Survey (SF-36) compuesto por 36 ítems y en el estudio más reciente, un cuestionario constituido por dos módulos diferentes, el European Organisation for Research and Treatment of Cancer Quality of Life Questionnaire-C30 (EORTC QLQ-C30), compuesto por 30 ítems, y el Quality of Life Questionnaire pancreatic cancer module (QLQ-PAN26), compuesto por 26 ítems, que había sido probado previamente en pacientes con cáncer de páncreas.
Los cuatro estudios demostraron que los pacientes con pancreatitis crónica tienen una calidad de vida sustancialmente deteriorada y, lo que es más importante, el deterioro de la calidad de vida en los pacientes más jóvenes es mayor que en los de mayor edad, con evidentes consecuencias económicas para la sociedad.
Respecto al género, en el estudio italiano, el deterioro de varios dominios fue más pronunciado en las mujeres y este hallazgo difiere del de los estudios alemanes. Esto puede explicarse, al menos en parte, por el hecho de que las mujeres italianas afectadas por pancreatitis crónica tienen una mala aceptación de la enfermedad.
Entre las diversas variables clínicas examinadas como posibles factores relacionados con la pancreatitis crónica (calcificaciones pancreáticas, pseudoquistes, Wirsung, dilatación del conducto, insuficiencia pancreática, diabetes), sólo el dolor fue capaz de perjudicar significativamente los ocho dominios del SF-36, confirmando así que el control del dolor es la principal opción terapéutica a tener en cuenta para mejorar la calidad de vida de los pacientes con pancreatitis crónica, sugiriendo así que se deben realizar muchos esfuerzos para identificar terapias más eficaces capaces de controlar este síntoma.
Sorprendentemente, en el estudio italiano, ni el tipo de cirugía pancreática ni la terapia endoscópica fueron capaces de modificar sustancialmente los diversos dominios físicos y mentales investigados por el SF-36; esto contrasta con los estudios anteriores sobre las distintas opciones quirúrgicas y endoscópicas, y tal diferencia puede deberse a que estos estudios inscribieron a un grupo altamente seleccionado de pacientes con un intervalo de tiempo corto entre la intervención y la evaluación de la calidad de vida relacionada con la salud (3-74 mo); otro posible sesgo presente en estos estudios quirúrgicos/endoscópicos es que sus datos no se ajustaron por sexo y edad.
Cabe destacar que la diabetes y las alteraciones importantes del conducto de Wirsung (que son expresiones de la pancreatitis crónica de larga duración), así como un IMC disminuido (que es una expresión de la mala digestión) son capaces de deteriorar algunos de los dominios físicos y mentales.
Las comorbilidades no se relacionaron significativamente con la calidad de vida de estos pacientes; una posible explicación de este fenómeno es el hecho de que la pancreatitis crónica per se determina un alto deterioro de la calidad de vida y las comorbilidades añaden poco, ya que estos pacientes ya tenían valores bajos para la mayoría de los dominios del SF-36.
Un punto importante es que un porcentaje de pacientes que varía entre el 4% y el 10% no respondió o se negó a rellenar los cuestionarios. En el estudio italiano, este grupo estaba mejor caracterizado; los pacientes que se negaron a rellenar el cuestionario eran pacientes varones, fumadores actuales con una larga duración del consumo de alcohol, con una larga duración de la enfermedad y sin dolor en el momento del estudio. Los pacientes con las características mencionadas son probablemente candidatos a un enfoque psicológico intensivo para contrarrestar su falta de voluntad de mejorar su relación con la enfermedad.
Las principales diferencias en los cuatro estudios que exploran la calidad de vida en pacientes con pancreatitis crónica son que los estudios que utilizan el cuestionario SF-36 tenían un grupo de control tomado de la población general mientras que el estudio que utiliza el EORTC QLQ-C30 y el QLQ-PAN26 no; los estudios que utilizaron el SF-36 contaban con un amplio número de pacientes con pancreatitis crónica procedentes del país en el que se realizaron los estudios, mientras que el estudio que utilizó el EORTC QLQ-C30 y el QLQ-PAN26 incluyó a 66 pacientes procedentes de cuatro países diferentes (Alemania, Italia, Sudáfrica y Reino Unido); por último, todos los pacientes que utilizaron el cuestionario SF-36 hablaban con fluidez su lengua materna, mientras que los pacientes sudafricanos que hablaban afrikáans completaron la versión inglesa del EORTC QLQ-C30 y el QLQ-PAN26. Dado que en la práctica clínica es necesario utilizar un cuestionario que ahorre tiempo para evaluar la calidad de vida, recientemente hemos llevado a cabo un estudio en el que se utilizó una versión corta del cuestionario SF-36 denominada SF-12 (Medical Outcome Study 12-Item Short-Form Health Survey). El objetivo de este estudio era establecer la validez del cuestionario SF-12 en pacientes con pancreatitis crónica e identificar los predictores capaces de modificar los resúmenes físicos (PCS) y mentales (MCS) en estos pacientes. Se utilizaron los cuestionarios SF-12 y SF-36. Se estudiaron 141 pacientes con pancreatitis crónica demostrada. Los pacientes con pancreatitis crónica tenían los resúmenes del componente físico (PSC-12) y mental (MCS-12) del SF-12 significativamente relacionados con el PCS-36 y el MCS-36 (P < 0,001). La presencia de dolor de páncreas y la cirugía no pancreática representaron el 41,3% en la formación de la puntuación PCS-36 y el 37,2% en la de la puntuación PCS-12, respectivamente. El género, el IMC y el dolor pancreático representaron el 15,3% de la información en la formación del MCS-36 y el 14,7% en la del MCS-12; utilizando estas variables clínicas, la pérdida de información al aplicar el SF-12 en lugar del SF-36 fue muy baja (4,6% y 0,6% para el PCS y el MCS, respectivamente). Así, el SF-12 parece ser una buena alternativa al SF-36 para evaluar la calidad de vida en la pancreatitis crónica.