Max y su esposa Lena Polaner comenzaron a conservar frutas frescas y a recoger verduras frescas antes de 1900. Juntos tenían una tienda de frutas y verduras situada en Newark, Nueva Jersey. Como negocio secundario también vendían jaleas, conservas, chucrut, encurtidos y muchos otros productos. Con el tiempo, Max y Lena ampliaron su negocio más allá de su vecindario de Newark y se introdujeron en las tiendas de comestibles de las áreas metropolitanas de Nueva York y Nueva Jersey.
En 1910, su negocio necesitó expandirse debido a la gran demanda. Acabaron trasladando su negocio a unas instalaciones más grandes donde sus diez empleados siguieron trabajando duro. El negocio creció hasta el envío de mercancías hasta 100 millas de distancia, lo que provocó otra necesidad de una instalación y mano de obra aún mayor.
En 1928 se construyeron unas nuevas instalaciones donde 30 empleados fueron acogidos en el negocio de la familia Polaner. Los consumidores siguieron comprando productos Polaner durante los siguientes cuarenta años. Una vez más, la empresa Polaner decidió trasladarse a un lugar aún más grande. Para estar a la altura de otras fábricas de conservas, Polaner decidió modernizar sus capacidades.
En 1968, el negocio decidió construir sus instalaciones en ocho acres de terreno en Roseland, Nueva Jersey. Estas instalaciones se ampliaron en dos ocasiones, una en 1972 y otra en 1978, lo que dio lugar a unas instalaciones de 80.000 pies cuadrados que todavía se utilizan hoy en día.
El nieto de Max, Leonard Polaner, decidió introducir la última innovación en la categoría de conservas, Polaner All Fruit. Esta nueva conserva está endulzada únicamente con fruta y zumo de fruta.