Incluso con la aprobación de la Ley de Asistencia Asequible en 2010, el seguro de salud sigue fuera del alcance de muchos. Esto significa, entre otras cosas, que el acceso a las pruebas de rutina para las infecciones de transmisión sexual está fuera de la mesa para sectores considerables de la población de Estados Unidos – unos 19,7 millones de nuevas ITS se diagnostican anualmente, informó la Asociación Americana de Salud Sexual. ¿No quieres ser uno de esos casos? Por suerte, hay lugares a los que puedes acudir para hacerte las pruebas de ITS sin necesidad de seguro.
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La mejor apuesta para cualquier persona que está buscando para obtener una prueba de ITS, pero no tiene seguro es encontrar un centro de pruebas gratuitas – como FreeSTDCheck.org. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades también tienen una base de datos para ayudar a las personas a encontrar sitios de pruebas gratuitas y locales.
Planned Parenthood ofrece pruebas de bajo costo o sin costo para los pacientes que no tienen seguro médico. También reparten preservativos gratuitos (o muy asequibles), que constituyen un primer paso aconsejable para mantenerse libre de ETS, aunque no excluyen la necesidad de hacerse las pruebas.
Para hacerse una prueba de ETS en la consulta de un médico, hay que pagar entre 50 y 200 dólares, dependiendo de la prueba, sin seguro. Empresas como Safer STD Testing, que ayuda a los pacientes a realizar las pruebas, permiten que los pacientes paguen de su bolsillo por los servicios, pero el coste varía: una prueba de precios realizada por Mic situó el coste de una prueba seleccionada al azar en 338,83 dólares sin seguro.
Las pruebas de detección de ITS en casa también son una posibilidad, pero a menudo son menos fiables que las realizadas por profesionales médicos. MyLab Box ofrece pruebas por correo que abarcan todo el espectro de precios, vendiéndose por entre 73 y 285 dólares, dependiendo de la dolencia específica.
Para las preocupaciones específicas del VIH, las opciones sin seguro son muchas. Está OraQuick, la única prueba de ITS aprobada por la FDA para realizar en casa, que cuesta alrededor de 45 dólares y puede comprarse en línea o en varias cadenas de farmacias. Al tratarse de una prueba de segunda generación, tiene una ventana de tres meses, lo que significa que sólo puede utilizarse tres meses después de la exposición. Una prueba del VIH de cuarta generación puede detectar el virus mucho más rápidamente (de 0 a 20 días), pero cuesta más: 139 dólares el pedido.