El cáncer de cuello de útero no es en sí mismo una enfermedad de transmisión sexual. Pero es la consecuencia de los daños causados por un virus de transmisión sexual. Más del 99% de todos los cánceres de cuello de útero son consecuencia de los daños causados por el virus del papiloma humano (VPH).
El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común en los Estados Unidos, y afecta literalmente a millones de mujeres cada año con nuevos casos. Pero sólo un pequeño subgrupo de estas mujeres llega a padecer cáncer. La razón por la que algunas mujeres padecen cáncer de cuello uterino y muchas no, aunque tengan en común estar infectadas por el VPH, está relacionada con múltiples cuestiones.
Las pacientes que desarrollan cáncer de cuello uterino suelen:
- Han tenido más parejas sexuales y, por tanto, han contraído más cepas del virus. Existen alrededor de 30-40 variedades diferentes de este virus en el tracto genital humano.
- No se someten regularmente a pruebas de detección con papanicolau. Sí, eso sigue ocurriendo.
- Tienen cepas más fuertes del virus (el VPH 16 y el 18 son los «malos actores»).
- Están inmunodeprimidos por fumar, por el VIH (virus del SIDA) y/o por los esteroides.
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