A las 32 semanas de embarazo ya estás bien metida en el tercer trimestre y, junto con los síntomas físicos, es probable que sientas muchas emociones mientras te preparas para la llegada de tu bebé, que llegará antes de lo que crees.
Estás embarazada de 32 semanas, lo que supone el comienzo de la semana 33. Tu bebé mide unos 44 cm y pesa aproximadamente 1.900 gramos. Los pulmones de tu bebé siguen madurando, produciendo cantidades cada vez mayores de surfactante. Se trata de un líquido graso (o fosfolípido) que recubre sus pulmones, ayudando a los diminutos sacos que hay en su interior (llamados alvéolos) a expandirse eficazmente para respirar después del nacimiento.
La acción de succión y deglución de tu bebé (necesaria para tomar leche) se coordina completamente entre las semanas 32 y 34. Sin embargo, si el bebé nace tan pronto, es posible que necesite líquidos y glucosa a través de un goteo en la vena y/o que se le alimente con leche a través de una fina sonda hasta el estómago, porque la succión le cansa rápidamente. Casi el 80% de los bebés prematuros nacen entre las semanas 32 y 37 de gestación y se consideran «ligeramente prematuros».
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Cambios físicos
Muchas mujeres empiezan a sentirse pesadas y grandes ahora y pueden sentir la necesidad de bajar el ritmo. Las tareas físicas pueden requerir más esfuerzo a medida que pasan las semanas y puede considerar dejar de trabajar (si está empleada) durante las próximas semanas.
Hemorroides
Las hemorroides o almorranas son esencialmente venas varicosas del canal rectal. Pueden aparecer como pequeños bultos durante el embarazo, a menudo durante los últimos meses. Las hemorroides pueden ser dolorosas (aunque no siempre) y picar bastante. También pueden sangrar, sobre todo después de defecar. A veces, el sangrado puede ser muy intenso y abundante. Habla con tu médico de cabecera para que te explique qué medicamentos de venta libre puedes utilizar y que sean seguros durante el embarazo.
El estreñimiento puede ser habitual durante el embarazo. Imagen: iStock.
Estreñimiento
La dificultad para abrir los intestinos o para evacuar es una queja común durante el embarazo y se cree que ocurre porque la hormona progesterona hace que el movimiento intestinal sea más lento. Cuanto más tiempo permanezcan los alimentos en los intestinos, más agua se reabsorbe del intestino, lo que dificulta la evacuación.
La presión directa del bebé en crecimiento sobre los intestinos también puede ralentizar el paso de los alimentos por el intestino. Para algunas mujeres, el estreñimiento también contribuye a provocar hemorroides.
Si está tomando suplementos de hierro y cree que esto le está provocando estreñimiento, pregunte a su cuidador si puede cambiar de marca o sustituirlos por un preparado más natural.
El Dr. Sam Hay dice que, aunque el estreñimiento es esperable y normal a estas alturas del embarazo, «cualquier dolor que aumente, se vuelva intenso o constante, y especialmente asociado a un sangrado, no es normal. Eso requiere una visita al médico o al hospital para descartar una hemorragia dentro del útero o, en el peor de los casos, un aborto espontáneo».
Reacciones emocionales
El embarazo agudiza tus emociones y sentidos, y muchas mujeres se preguntan «¿A qué tipo de mundo estoy trayendo a mi bebé?», sobre todo después de ver las noticias.
Las escenas de sufrimiento de los niños y las separaciones de las relaciones pueden ser especialmente difíciles, y a menudo te hacen llorar. También puede ser sensible a quién tiene a su alrededor, quizás volviéndose más selectivo con sus compañeros, o no socializando tanto. Todo esto es bastante normal.
Preparaciones para el parto
El dolor es tanto físico como emocional, mucho más que la simple respuesta nerviosa del cuerpo. Es una experiencia muy personal, compleja y a veces aislante para cada individuo. Es importante que hables con tu cuidador sobre el tipo de alivio del dolor que esperas, o sobre el grado de intervención médica que tenías previsto durante el parto.
Alivio del dolor
Cada mujer afronta el manejo de su dolor de parto de forma diferente. Algunas van con la mente abierta, adoptando un enfoque de «esperar y ver». Otras tienen ideas preconcebidas sobre su aceptación o rechazo del alivio del dolor. Algunas no piensan en el alivio del dolor porque creen que no lo necesitarán. Es difícil saber lo que te deparará el parto (aunque no sea tu primer bebé). Para trabajar eficazmente con tu(s) cuidador(es) y mejorar una experiencia de parto positiva, es bueno conocer tus opciones y lo que hay disponible.
Es bueno conocer tus opciones para el manejo del dolor durante el parto. Imagen: iStock.
Emociones
Cada mujer reacciona al dolor del parto de forma muy singular e individual. La forma en que expresa su dolor y la manera en que los demás interpretan sus reacciones pueden significar cosas diferentes para la mujer, su pareja o las personas de apoyo.
Qué esperar de su cuidador
Los cuidadores varían en sus propios conocimientos, creencias y filosofías. Su enfoque personal, en combinación con la cultura de un lugar de nacimiento, suele determinar cuándo, cómo y si se fomentan ciertas opciones de alivio del dolor, ya sean médicas y/o naturales.
Anestesia para una cesárea
El tipo de anestesia que se utiliza en los partos por cesárea es, en última instancia, decisión del anestesista. Sin embargo, si no hay complicaciones, las mujeres pueden desempeñar un papel en la elección del tipo de anestesia que prefieren.
Este artículo fue publicado originalmente el 04/07/2017 y actualizado el 15/7/2020.
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