La hipertensión Renovascular es la presión arterial alta (superior a 140/80 mmHg) causada por una enfermedad de las arterias renales. Normalmente, los riñones regulan los fluidos corporales y la presión arterial, además de regular la química de la sangre y eliminar los residuos orgánicos. Sin embargo, la función renal adecuada se interrumpe cuando las arterias que suministran sangre a los riñones se estrechan, una condición llamada estenosis de la arteria renal. Cuando la estenosis provoca una reducción del flujo sanguíneo, el riñón compensa produciendo hormonas que aumentan la presión arterial. Esta respuesta es saludable en circunstancias normales. Pero cuando la reducción del flujo sanguíneo se debe a la estenosis, la presión arterial aumenta innecesariamente.
La presión arterial alta causada por la enfermedad de la arteria renal puede ser difícil de controlar con medicamentos. La buena noticia es que la hipertensión renovascular es una de las pocas causas identificables y tratables de la hipertensión arterial, una afección que, si no se trata, puede provocar un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular o una insuficiencia renal.
La hipertensión primaria es la presión arterial alta que no tiene una causa aparente. La hipertensión renovascular es la causa más común de la hipertensión secundaria, la presión arterial alta que puede atribuirse a una causa específica. Es responsable de entre el 1 y el 2 por ciento de los 50 millones de casos estimados de hipertensión en los Estados Unidos.