La ley de Louisiana prohíbe a cualquier persona transportar una bebida alcohólica en un vehículo operado en una carretera pública si:
- la bebida está abierta o tiene un sello roto, o
- el contenido de la bebida ha sido parcialmente removido.
Estas restricciones se aplican generalmente a todas las personas dentro del coche, incluyendo el conductor y los pasajeros.
Excepciones
Ciertos vehículos. La ley de contenedores abiertos de Luisiana no es aplicable a los pasajeros que viajan en ciertos tipos de vehículos, incluyendo limusinas, vehículos recreativos (de más de 21 pies de longitud) y autobuses.
Areas del vehículo. Las restricciones de recipientes abiertos no se aplican a los objetos que se encuentran en el maletero del coche, detrás del asiento trasero, en una guantera cerrada con llave o en otras áreas de un vehículo que normalmente no están ocupadas por el conductor o los pasajeros o a las que éstos pueden acceder fácilmente. Los contenedores de alcohol abiertos también están permitidos para los pasajeros de las carrozas del desfile.
Bebidas congeladas. En Luisiana existen unas singulares «tiendas de daiquiris congelados» que venden bebidas alcohólicas congeladas desde una ventanilla de autoservicio. La posesión de bebidas alcohólicas congeladas en un vehículo está permitida siempre que el vaso tenga tapa, no tenga una pajita que sobresalga de la parte superior y no se haya extraído su contenido.
Nueva Orleans. La ciudad de Nueva Orleans tiene sus propias leyes exclusivas sobre cuándo y dónde se puede consumir alcohol.
Multas
Una infracción de recipiente abierto es un delito menor en Luisiana. Una condena dará lugar a una multa de hasta 100 dólares, pero sin tiempo de cárcel. Una persona puede ser arrestada por una violación de contenedor abierto pero generalmente debe ser liberada (en lugar de ser llevada a la cárcel) a menos que existan otras circunstancias que justifiquen una mayor detención.