Las mandíbulas de los insectos tienen una forma tan diversa como su alimento. Por ejemplo, los saltamontes y muchos otros insectos que se alimentan de plantas tienen mandíbulas de bordes afilados que se mueven de lado a lado. La mayoría de las mariposas y polillas carecen de mandíbulas, ya que se alimentan principalmente del néctar de las flores.
Las abejas reina tienen mandíbulas con dientes afilados y cortantes, a diferencia de las abejas obreras, que tienen mandíbulas sin dientes. Los machos de las moscas dobson tienen mandíbulas delgadas de hasta 2,5 cm de longitud, la mitad que el cuerpo principal del insecto. Las avispas alfareras utilizan sus mandíbulas para mezclar gotas de agua con arcilla mientras construyen un nido.
HormigasEditar
Las hormigas tienen mandíbulas largas, anchas y dentadas, utilizadas para cavar, recolectar alimentos, luchar y cortar, y son probablemente la herramienta de trabajo más importante que poseen las hormigas. Las hormigas suelen morderse entre sí cuando luchan. Algunas hormigas utilizan las mandíbulas para herir al enemigo y lanzar un chorro de veneno en la herida. Las hormigas cosechadoras utilizan sus mandíbulas para recoger y transportar semillas. Las hormigas del ejército tienen mandíbulas afiladas que están mejor adaptadas para luchar que para obtener comida o amamantar a las larvas. Las hormigas carpinteras hacen sus nidos en diversas estructuras de madera, que ahuecan con sus afiladas mandíbulas.
EscarabajosEditar
La forma y el tamaño de las mandíbulas de los escarabajos varía de una especie a otra dependiendo de las preferencias alimentarias. Por ejemplo, los escarabajos carnívoros tienen mandíbulas alargadas para agarrar o aplastar a sus presas. Las mandíbulas de los escarabajos tigre (similares a los penetrantes dientes caninos de los tigres) están bien adaptadas para matar a las presas. Las larvas del escarabajo buceador y de la luciérnaga tienen mandíbulas huecas, que pueden inyectar líquido digestivo para licuar los tejidos de la presa. Cuando este proceso termina, succionan el tejido digerido a través de las mandíbulas.
Las mandíbulas en forma de asta de los escarabajos ciervo son esencialmente su rasgo homónimo. En algunas especies tropicales pueden llegar a medir hasta 10 cm, tanto como el cuerpo del escarabajo. Estas mandíbulas se utilizan principalmente en el combate.
Mariposas y polillasEditar
Las orugas utilizan mandíbulas afiladas para cortar las hojas con movimientos de lado a lado. Sólo unas pocas polillas tienen mandíbulas funcionales en la etapa adulta. El ejemplo más notable son los miembros de la familia Micropterigidae, pequeñas polillas con mandíbulas dentadas utilizadas para masticar granos de polen, que carecen incluso de la probóscide más rudimentaria.