Niño con erupción malar

El aspecto de «mejilla abofeteada» del paciente llevó al diagnóstico: quinta enfermedad (eritema infeccioso). El nombre del diagnóstico deriva del hecho de que representa el quinto de los 6 exantemas víricos infantiles comunes. La transmisión del parvovirus B19 causante se produce a través de las secreciones respiratorias (posiblemente a través de fómites), por vía parenteral a través de la transmisión vertical de la madre al feto, o por transfusión de sangre o productos sanguíneos.

La quinta enfermedad es muy contagiosa por vía respiratoria y se produce con mayor frecuencia entre finales del invierno y principios del verano. Hasta el 60% de la población es seropositiva a la inmunoglobulina G (IgG) antiparvovirus B19 a los 20 años. Entre el 30 y el 40% de las mujeres embarazadas carecen de IgG medible frente al agente infeccioso y, por tanto, se presume que son susceptibles de infección. La infección durante el embarazo puede, en algunos casos, provocar la muerte del feto.

La quinta enfermedad suele ser una enfermedad bifásica, que comienza con síntomas del tracto respiratorio superior que pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, dolor de garganta, prurito, coriza, dolor abdominal, diarrea y/o artralgias. Estos síntomas constitucionales coinciden con el inicio de la viremia y suelen resolverse (durante aproximadamente una semana) antes de que comience la siguiente etapa. La segunda fase se caracteriza por una clásica erupción malar eritematosa con relativa palidez circunvalar (el aspecto de «mejilla abofeteada» en los niños). A esto le sigue una erupción eritematosa «en forma de encaje» en el tronco y las extremidades.

Las mujeres embarazadas expuestas o con síntomas de infección por parvovirus deben someterse a pruebas serológicas. Afortunadamente en este caso, la madre y las cuidadoras de la guardería no estaban embarazadas. Se tranquilizó a los padres diciéndoles que esto desaparecería por sí solo. Se les dijo que su hijo debía evitar el calor excesivo y la luz solar, que pueden provocar la aparición de la erupción. Los niños que presentan los hallazgos cutáneos clásicos de la quinta enfermedad ya han superado el estado infeccioso y pueden asistir a la escuela y a la guardería. El niño en este caso volvió a la guardería al día siguiente con una nota del PF.

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