Muchos se preguntan por qué la parroquia se llama «Santa María de los Ángeles» y no «Reina de los Ángeles» o «Nuestra Señora de los Ángeles»…
El nombre «Santa María de los Ángeles» se remonta a una pequeña capilla en las afueras de Asís llamada Santa María de los Ángeles, reconstruida por San Francisco. Según los relatos locales, la iglesia se remonta al año 364, cuando el Papa Liberio erigió esta capilla para los ermitaños de Josephat. En el año 516, los benedictinos tomaron posesión de la capilla, pero en la época de San Francisco estaba muy deteriorada.
Antes de fundar la Orden Franciscana, San Francisco tuvo una visión mientras rezaba en la capilla de San Damián en Asís. En la visión, la imagen de Cristo crucificado cobró vida y dijo: «Francisco, Francisco, ve a reparar mi casa que, como puedes ver, está cayendo en ruinas». Su pensamiento inicial fue que Jesús se refería a la capilla de Santa Maria degli Angeli. Así que, para disgusto de su padre, vendió su caballo y algunos otros objetos y restauró la iglesia -nuestra Santa María de los Ángeles también estaba en mal estado y cerrada, sólo para ser confiada a sacerdotes del Opus Dei en 1991 y luego restaurada con la ayuda de muchos… parece haber un patrón interesante aquí.
Fue en la pequeña capilla de Santa María de los Ángeles donde San Francisco discernió su vocación y comenzó la orden franciscana. Los benedictinos confiaron la capilla a San Francisco para construir la casa madre de su nueva fundación. Aquí fue donde San Francisco recibió las primeras vocaciones a los Hermanos Menores y Santa Clara para fundar las Clarisas. Y en Santa María de los Ángeles es también donde San Francisco murió en 1226.
San Francisco tuvo otra visión en 1216. Tras experimentar una noche una fuerte tentación carnal, San Francisco saltó a un arbusto espinoso fuera de su celda. Al aterrizar en el arbusto brotaron hermosas rosas sin espinas. Dos ángeles le llevaron entonces a la pequeña capilla de Santa Maria degli Angeli, donde vio a Cristo y a la Virgen María envueltos en luz y sentados en tronos y rodeados de numerosos ángeles (esta visión está representada detrás del altar mayor de nuestra iglesia). Jesús le preguntó entonces a San Francisco qué recompensa quería por su acto heroico, a lo que respondió «Una indulgencia para quien entre en esta capilla, se arrepienta y confiese sus pecados». Como describió el Papa Benedicto XVI:
«Hoy contemplamos el ardiente amor de san Francisco de Asís por la salvación de las almas, que todo sacerdote debe fomentar siempre. De hecho, hoy es la fiesta del «Perdón de Asís», que San Francisco obtuvo del Papa Honorio III en el año 1216, después de tener una visión mientras rezaba en la pequeña iglesia de la Porciúncula. Jesús se le apareció en su gloria, con la Virgen María a su derecha y rodeado de muchos ángeles. Le pidieron que expresara un deseo y Francisco imploró un «perdón pleno y generoso» para todos aquellos que visitaran esa iglesia y que «se arrepintieran y confesaran sus pecados». Tras recibir la aprobación papal, el Santo no esperó ningún documento escrito, sino que se apresuró a ir a Asís y, al llegar a la Porciúncula, anunció la buena noticia: «¡Amigos, el Señor quiere tenernos a todos en el Cielo!». Desde entonces, desde el mediodía del 1 de agosto hasta la medianoche del día 2, es posible obtener, en las condiciones habituales, la indulgencia plenaria, también para los difuntos, al visitar una iglesia parroquial o franciscana» (Mensaje del Ángelus, 2 de agosto de 2009)
Nuestra iglesia tiene un nombre y un vínculo maravillosos con la misericordia. Preparemos el Año de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco, que comienza el 8 de diciembre, animando a muchas almas a acogerse a este perdón pleno y generoso en el Sacramento de la Reconciliación, que tan abundantemente ofrecemos aquí en Santa María de los Ángeles.