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Thomas Jefferson.
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Thomas Jefferson era muy dado a dar consejos. Como señala Anna Berkes en el sitio web de Monticello, el tercer presidente de EE.UU. aprovechaba a menudo la oportunidad de aconsejar a su familia y amigos sobre las «mejores prácticas» en todos los sentidos.
A lo largo de los años, escribe, Jefferson «desarrolló una lista de axiomas para el comportamiento personal. Algunos parecen haber sido de su propia invención; otros se derivan de fuentes clásicas o literarias»
Aquí hay un «decálogo de cánones para la observación en la vida práctica» que el ex presidente impartió en 1825. La lista era más conocida como
Las 10 reglas de la vida de Thomas Jefferson
- Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
- Nunca molestes a otro por lo que puedas hacer tú mismo.
- Nunca gastes tu dinero antes de tenerlo.
- Nunca compres lo que no quieres, porque es barato; te resultará caro.
- El orgullo nos cuesta más que el hambre, la sed y el frío.
- Nunca nos arrepentimos de haber comido poco.
- Nada es molesto que hagamos de buena gana.
- ¡Cuánto dolor nos han costado los males que nunca han sucedido!
- Toma las cosas siempre por su suave mango.
- Cuando te enfades, cuenta diez, antes de hablar; si estás muy enfadado, cien.
A lo largo del siglo XIX, las «10 reglas de Jefferson» se imprimieron y reimprimieron en periódicos y revistas. The Western Farmer publicó las reglas en 1839; Southern Planter las ofreció en 1843. «Recuerdo vívidamente», escribió Margaret Cleveland en la edición de agosto de 1873 de Shaker and Shakeress Monthly, «en mis primeros días de escuela, haber memorizado las Diez Reglas de la Vida de Thomas Jefferson».
En todo el país, las reglas fueron recitadas, debatidas y tomadas en serio.
Y, siendo Estados Unidos, las reglas fueron finalmente satirizadas.
Obviamente inspirada por los mandamientos de Jefferson, una lista retorcida de reglas apareció en el Chicago Daily Tribune el 11 de noviembre de 1878. Numeradas y reorganizadas para mayor claridad, estas son
Diez reglas para los jóvenes
- Nunca pagues hoy al hombre que puedes dejar para mañana.
- Nunca te molestes en hacer por otro hombre lo que él puede hacer igual de bien por sí mismo.
- Nunca gastes tu propio dinero cuando puedas conseguir las cosas por nada.
- Nunca compres lo que no quieres, simplemente porque el hombre dice que no tiene nada.
- Recuerda que cuesta más ir a un teatro caro que ocupar un banco trasero en una iglesia gratuita.
- No desprecies un cigarro de 20 centavos o una cena de un dólar porque otro hombre la paga.
- Nada te molesta que otros hagan por ti de buena gana.
- No te pongas cataplasma en tu propio codo por el forúnculo en el cuello de otro hombre.
- Coge siempre un atizador caliente por el extremo frío.
- Cuando te enfades, asegúrate de que puedes manejar a tu hombre antes de llamarle mentiroso.
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