- por El Profesor de Orientación
De vez en cuando, vas a tener una conversación con un padre enfadado. Por mucho que lo intentes y por mucho que des, al final habrá alguien que se enfade por un motivo u otro. Recordar algunas reglas sencillas para tratar con padres enfadados puede ayudarle a mejorar sus habilidades de comunicación con los padres.
Antes de que pueda empezar a hablar racionalmente con un padre que está enfadado, primero debe intentar descubrir el origen del enfado. Saber cómo ha llegado un padre a su estado actual puede ser una información crítica para comunicarse eficazmente con él.
Preocupación legítima
El padre siente legítimamente que se están violando los derechos de su hijo. Esto podría estar basado en la verdad o podría haber un malentendido. Reunir más datos será útil para resolver estos problemas.
Comportamiento aprendido
El padre ha aprendido a conseguir lo que quiere siendo agresivo. Puede que esta sea la forma en que fueron criados para «conseguir las cosas». Estas ruedas chirriantes sólo quieren ser escuchadas. Escucharles y dejar que se desahoguen suele funcionar. Es importante establecer límites para que no se desahoguen demasiado y le falten al respeto.
Historia de experiencias escolares negativas
Las experiencias negativas anteriores con el entorno escolar pueden haber causado una desconfianza general en el proceso educativo. Estos padres parecen tener un chip en el hombro y usted podría preguntarse por qué nunca puede complacerlos. Tendrá que seguir asegurando a estos padres que usted tiene en mente el mejor interés de su hijo.
Conflictos de personalidad
¿Es su personalidad o su estilo de comunicación? Algunas personas son agresivas por naturaleza y prosperan en el conflicto y el drama. Tenga cuidado de no dejarse arrastrar a una discusión con alguien que busca pelea. Establezca unos límites claros con los padres que exigen más de lo que usted puede proporcionar y que siempre parecen encontrar una razón para echarle en cara.
7 formas de calmar a un padre enfadado
Utilice un tono tranquilo y no permita que suba la voz si ellos la levantan. Continúe sonriendo y hablando con calma. Utilice un lenguaje corporal no amenazante que demuestre que está abierto a lo que tienen que decir.
Valide sus preocupaciones
Hágale saber de inmediato que entiende que está molesto y que le gustaría ayudarle. Pida más información y hágale saber que realmente quiere encontrar una solución.
Deje que se desahogue
Escuche y asienta con la cabeza mientras se desahoga. A veces necesitan que alguien les escuche. Dejar que se desahoguen sin ser juzgados será terapéutico para ellos.
No te lo tomes como algo personal
Recuerda que hay muchas razones o motivaciones detrás del enfado de los padres que a menudo no tienen nada que ver contigo. Saber esto te permite dar un paso atrás y eliminar tu reacción emocional.
Usa un lenguaje corporal positivo
Demuestra que te interesa lo que están diciendo. El contacto visual y la inclinación comunican apertura. Tenga cuidado de no cruzar los brazos o poner las manos en las caderas, ya que se percibe como algo negativo.
Establezca límites y fronteras
Usted pone las reglas de la conversación. Si un padre enfadado está gritando, puedes decirle que no seguirás escuchando a menos que baje la voz. Si no aceptan los límites, termine la conversación y diga que volverá a programar un momento para hablar cuando estén calmados.
Siga con una llamada telefónica personal
Los mensajes de texto y los correos electrónicos son impersonales. El tono y la emoción a menudo se malinterpretan por escrito, por lo que una llamada personal es siempre la mejor manera de comunicarse con un padre enfadado. Llamar puede consumir un poco más de tiempo a corto plazo, pero es una de las formas más efectivas de mejorar la comunicación con los padres.
Si a su personal le vendría bien una formación adicional sobre este tema, podría programar un momento para mostrar esta presentación en una reunión del profesorado.
Consulte más consejos de una de nuestras Conversaciones de Consejeros de Confianza: Cómo manejar una llamada telefónica de un padre enojado.
Creando recursos para profesores y consejeros escolares para capacitar a los estudiantes para que se conviertan en su mejor versión.