Chateau Margaux 1787

Chateau Margaux 1787 es un vino de cosecha producido por Chateau Margaux. El vino

Chateau Margaux 1787 es posiblemente más conocido por ser la botella de vino más cara jamás rota.

En 1989, el comerciante de vinos de Nueva York, William Sokolin era el propietario de una botella de Chateau Margaux 1787. Esta botella era uno de los diferentes vinos que llevaban inscrita la inicial Th. J y fue descubierta tras la pared de una bodega de París en 1985. Se cree que esta botella perteneció en su día al escritor de la Declaración de Independencia, Thomas Jefferson.

Sokolin valoró la botella de Chateau Margaux 1787 en 500.000 dólares, pero no hubo interés.

Sokolin afirmó que no fue hasta después de sentarse a cenar en el restaurante Four Seasons, cuando se dio cuenta de que los invitados de honor eran los propietarios del vino que estaba intentando vender en su nombre. Dice que se preguntó por qué el vino debía estar en una bodega oscura cuando podía estar en la fiesta. Cogió un taxi para volver a su apartamento, recuperó el vino y se apresuró a volver al restaurante, donde empezó a mostrarlo.

Al final de la velada, un camarero chocó con la mesa, haciendo que la botella cayera al suelo y se rompiera. Afortunadamente, Sokolin tenía la botella asegurada por 225.000 dólares, cantidad que la compañía de seguros pagó.

Técnicamente, con 225.000 dólares, la botella es la más cara vendida fuera de una subasta benéfica, aunque suele estar valorada por debajo del Chateau Lafite Rothschild Bordeaux 1787, que se vendió por 160.000 dólares.

Chateau Margaux

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Chateau Margaux fue fundado en la década de 1400.

En 1977, la propiedad fue comprada por Laura y Andre Mentzelopoulos, quienes gastaron mucho dinero en la renovación de la propiedad, los viñedos y las instalaciones de vinificación.

Sólo se necesitó una cosecha, la de 1978, para que las mejoras se notaran en el vino. Andre Mentzelopoulos murió antes de poder ver estas mejoras. Ahora la empresa está dirigida por su esposa Laura y su hija Corinne, con la ayuda de los expertos en vinos Paul Pontallier, Jean Grangerou y Emile Peynaud.

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