La Linea de Ayuda de la Ley de Megan se expande a Carolina del Norte

El Estado contra B.S.: Veredicto de No Culpabilidad en un Caso de Asesinato en Primer Grado.

En este caso, nuestro cliente fue acusado de Asesinato en Primer Grado en conexión con un tiroteo «drive by» que ocurrió en Charlotte, NC. La evidencia del Estado incluyó datos de monitoreo de tobillo por GPS que vinculaban a nuestro cliente con la escena del crimen y evidencia de que nuestro cliente confesó a un preso mientras estaba en la cárcel. Sin embargo, convencimos a un jurado para que declarara unánimemente a nuestro cliente no culpable. Fue liberado de la cárcel el mismo día.

El Estado contra S.G.: Se desestima el cargo de asesinato en primer grado.

Nuestro cliente fue acusado de primer grado por la muerte a tiros relacionada con un supuesto allanamiento de morada. La evidencia del Estado incluyó un co-acusado alegando que nuestro cliente era el tirador. Después de llevar a cabo una investigación exhaustiva con el uso de un investigador privado, convencimos al Estado de desestimar completamente el caso contra nuestro cliente.

El Estado contra B.D.: Asesinato en Primer Grado Acusado Desestimado.

Después de realizar una investigación y comunicarse con el fiscal sobre los hechos y circunstancias que indicaban que nuestro cliente actuó en defensa propia, el caso fue desestimado y considerado un homicidio justificado.

Estado contra I.R.: Reducción de asesinato en primer grado a homicidio involuntario y ocultación de la muerte.

Nuestro cliente fue acusado del asesinato en primer grado de una joven por sobredosis de drogas. Después de investigar los antecedentes del difunto y contratar a un experto toxicólogo preeminente para luchar contra la teoría de la muerte del Estado, pudimos negociar este caso de cadena perpetua a 5 años de prisión, con crédito por el tiempo servido.

El Estado contra J.G.:

Nuestro cliente fue acusado de asesinato en primer grado relacionado con un «negocio de drogas que salió mal». Despues de contratar los servicios de un investigador privado y notar los problemas con el caso del Estado, pudimos negociar un acuerdo para nuestro cliente que evito una sentencia de cadena perpetua y requirio que el sirviera solo 12 años.

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