Tanto los grupos de defensa del paciente (GAP) como la industria sanitaria trabajan en última instancia por el mismo objetivo: mejorar los resultados de los pacientes. Cada uno tiene su propio camino para conseguirlo, aunque a veces sus esfuerzos se solapan. Dependiendo de las circunstancias, el solapamiento puede suponer una oportunidad de asociación o de peligro.
Averigüemos un poco más para saber cuál es.
Definición de los grupos de defensa de los pacientes
Los grupos de defensa de los pacientes educan, defienden y proporcionan servicios de apoyo a los pacientes y a sus cuidadores. Su misión principal es mejorar la vida de los pacientes y sus cuidadores. Aunque la mayoría de la gente sabe que los grupos de defensa del paciente trabajan directamente con los pacientes y los cuidadores, pocos se dan cuenta de que parte de su trabajo más impactante puede ser con la industria.
La industria de la salud trabaja con los grupos de defensa del paciente para aumentar la participación de los pacientes en todo el ciclo de vida del paciente con el objetivo de producir y ofrecer mejores tratamientos a los pacientes.
Hay oportunidades de asociación en cada etapa del ciclo de vida del paciente. – Fuente
Los grupos de defensa del paciente pueden ser organizaciones formales como la American Heart Association, March of Dimes y la National Organization for Rare Disorders. O bien, los grupos de defensa de los pacientes pueden ser cooperativas o consorcios informales de defensores individuales de los pacientes y pequeñas organizaciones como la Diabetes Online Community, que se organiza en torno al hashtag #DOC.
Los grupos formales de defensa de los pacientes suelen establecerse como organizaciones exentas de impuestos 501(c)3. Además de ser reconocidas como exentas de impuestos, las organizaciones 501(c)3 deben operar dentro de las restricciones y requisitos exigidos por el IRS. Están limitadas en cuanto a la cantidad de actividades de cabildeo o legislativas que pueden llevar a cabo. Además, las organizaciones 501(c)3 están obligadas a revelar sus datos financieros anualmente, incluido un informe de los principales donantes, mediante la presentación del formulario 990 en el IRS.
Los diversos grupos e individuos que conforman una cooperativa de defensa del paciente organizada de manera informal pueden ser o no 501(c)3. Los defensores individuales de los pacientes que actúan como personas influyentes y reciben compensación de la industria están sujetos a las directrices de divulgación de la FTC. Estos defensores y personas influyentes deben revelar cuándo han recibido un pago o alguna otra contraprestación de valor a cambio de promocionar un producto, una marca o un mensaje.
Lo que los grupos de defensa del paciente ofrecen a la industria sanitaria
En el contexto de la atención centrada en el paciente, trabajar con grupos de defensa del paciente ofrece a la industria un acceso directo a pacientes, cuidadores y líderes de opinión de la comunidad sanitaria. Los conocimientos y las experiencias que ofrecen estos defensores de los pacientes pueden repercutir en todos los aspectos de la industria, desde la investigación médica hasta los procesos normativos, pasando por la concienciación y las campañas de lanzamiento de productos.
Los grupos de defensa de los pacientes ofrecen conocimientos y servicios que ayudan a satisfacer la necesidad de la industria sanitaria de contar con las aportaciones, el acceso y los datos de los pacientes y los cuidadores.
Las empresas farmacéuticas y sanitarias centradas en los pacientes obtienen aportaciones, acceso y datos directos que informan sus esfuerzos cuando trabajan directamente con los grupos de defensa de los pacientes. – Fuente
Los defensores de los pacientes pueden desempeñar un papel importante en la investigación médica y los ensayos clínicos. Tradicionalmente, la industria ha recurrido a los grupos de defensa del paciente para que le ayuden a reclutar pacientes para que participen en los ensayos clínicos. Esto es especialmente cierto para las enfermedades raras que afectan a poblaciones pequeñas. En el clima actual de atención sanitaria más centrada en el paciente, la industria farmacéutica y la industria están implicando a los pacientes en una fase más temprana del diseño del producto y de los procesos de planificación de la investigación. Involucrar a los pacientes en una fase temprana del desarrollo del producto proporciona a la industria una comprobación proactiva de la realidad de sus esfuerzos y les ayuda a evitar destinar valiosos recursos a proyectos inviables.
En el proceso de regulación, nada tiene más impacto que el testimonio de un paciente o cuidador. Cuando los defensores de los pacientes comparten sus experiencias y conocimientos personales ante la legislatura o una agencia reguladora, ofrecen una visión auténtica desde su punto de vista único. Las agencias reguladoras entienden lo poderosa que puede ser la voz del paciente y están encontrando formas de integrar las aportaciones de los pacientes en su proceso regulador. Un ejemplo de ello es la Iniciativa de Preferencia del Paciente de la FDA.
Además, los grupos de defensa del paciente pueden proporcionar a la industria un acceso directo a las comunidades de pacientes y a los líderes de opinión de los pacientes. Al aprovechar las redes y comunidades de estos grupos de defensa de los pacientes, las campañas directas a los pacientes de la industria tienen más probabilidades de tener éxito a la hora de concienciar o ayudar a los pacientes a tomar decisiones sobre su atención.
Lo que la industria sanitaria ofrece a los grupos de defensa de los pacientes
La industria ofrece a los grupos de defensa de los pacientes oportunidades de participar directamente en el desarrollo de productos, la investigación médica, los eventos educativos y las conferencias. A través de su participación, los defensores de los pacientes tienen la oportunidad de influir en el desarrollo y la administración de nuevos tratamientos. Los defensores de los pacientes también pueden conocer los nuevos desarrollos de la industria sanitaria y la ciencia médica desde el principio, lo que aumenta sus conocimientos.
Al trabajar con la industria, los grupos de defensa de los pacientes obtienen una participación directa en las iniciativas sanitarias y farmacéuticas como socios respetados. – Fuente
Las campañas educativas ofrecidas por la industria aumentan la concienciación sobre un problema de salud concreto y sus tratamientos o curas. A través de estas campañas, la industria sanitaria pone la información a disposición de los grupos de defensa de los pacientes. A veces esto viene en forma de contenido para ser compartido con sus comunidades. Otras veces es en forma de acceso a un profesional de la medicina o la investigación para que hable en una reunión o participe en un podcast. Cancer.com es un ejemplo de este tipo de asociación educativa. Fue desarrollado por Janssen Oncology en colaboración con tres grupos de defensa de los pacientes: Cancer Support Community (CSC), CancerCare y la American Cancer Society (ACS).
Las campañas que facilitan el acceso a medicamentos o dispositivos médicos son otra forma en que la industria se acerca a los grupos de defensa de los pacientes y sus comunidades. A través de estas campañas, los pacientes que reúnen las condiciones necesarias reciben medicamentos, suministros o dispositivos médicos a bajo coste o gratuitamente. Los grupos de defensa del paciente suelen difundir estas campañas entre sus comunidades.
La industria también proporciona apoyo financiero a los grupos de defensa del paciente. Este apoyo financiero adopta muchas formas. A veces es en forma de donaciones concedidas por una fundación benéfica asociada a una empresa. Otras veces es una financiación específica para un proyecto que se da a través del departamento de extensión comunitaria de la empresa. La industria a veces compra publicidad pagada en las publicaciones del grupo de defensa del paciente y en sus sitios web, y la industria proporciona viajes y costes asociados para que los defensores del paciente asistan a reuniones y conferencias.
Para los grupos de defensa del paciente, la industria sanitaria es sólo una fuente de financiación. Dependiendo del grupo de defensa del paciente, otras fuentes de financiación pueden ser las subvenciones de fundaciones, la recaudación directa de fondos, las tarifas por servicios y/o las cuotas de los miembros. Es cierto que la financiación de la industria puede ser una fuente importante de financiación para muchos grupos de defensa de los pacientes.
Para aquellos grupos de defensa de los pacientes que son 501(c)3, hay límites en la cantidad de financiación que pueden recibir de una sola fuente. Si estos grupos superan estos límites, corren el riesgo de perder su condición de exentos de impuestos. En el caso de los individuos que reciben pagos de la industria, están sujetos a las directrices de divulgación de la FTC y se arriesgan a sanciones de la FTC si no cumplen con esas directrices.
Los peligros de las asociaciones entre los GAP y la industria
Debido a la gran cantidad de dinero que la industria sanitaria ha pagado a los grupos de defensa del paciente, algunas personas se preguntan si existe un conflicto de intereses inherente para los grupos de defensa del paciente que promueven los mensajes de la industria, participan en grupos de presión o en el proceso de regulación.
No se puede negar que la industria tiene una fuerte presencia financiera entre los grupos de defensa del paciente. Un estudio estimó que entre el 30% y el 71% de los grupos de defensa de los pacientes tienen vínculos financieros con la industria farmacéutica. Después de que saliera a la luz que los fabricantes de opioides habían dado a los grupos de defensa un total de 10 millones de dólares en cinco años, la senadora Claire McCaskill cuestionó si los fabricantes de opioides tenían una influencia indebida sobre los grupos de defensa que testificaban a favor de los analgésicos.
El temor es que las consideraciones financieras estén suplantando la misión principal de mejorar la vida de los pacientes. Esto lleva a algunos a cuestionar la fiabilidad de los testimonios y avales ofrecidos por grupos que reciben pagos de la industria sanitaria.
Las mejores formas de gestionar los peligros de las asociaciones entre los GAP y la industria
Las normas éticas y las prácticas transparentes ayudan a los grupos de defensa del paciente y a la industria a evitar conflictos de intereses e influencias indebidas. – Fuente
Es fácil decir con ligereza que «hay que seguir el dinero» y asumir que cualquier tipo de intercambio monetario da lugar naturalmente a un conflicto de intereses o a una influencia indebida. Sin embargo, si se aplican normas éticas y prácticas transparentes a las asociaciones entre los grupos de defensa del paciente y la industria sanitaria, se pueden evitar estos peligros.
La industria ha reconocido la importancia de tener códigos de conducta que se apliquen a las asociaciones con los grupos de defensa del paciente.
Por ejemplo, un consorcio de asociaciones farmacéuticas internacionales ha publicado un Marco de consenso para la colaboración ética entre las organizaciones de pacientes, los profesionales sanitarios y la industria farmacéutica. Este marco establece cuatro principios:
- Poner a los pacientes en primer lugar
- Apoyar la investigación y la innovación éticas
- Asegurar la independencia y la conducta ética
- Promover la transparencia y la responsabilidad
Toda colaboración debe partir de intereses comunes. Para los grupos de defensa del paciente y la industria sanitaria, eso significa mejorar la vida de los pacientes de alguna manera.
Cada organización tiene sus principios. Ninguna de las partes debe esperar que la otra tome medidas que se salgan de los límites o entren en conflicto con su misión, valores y principios. Los grupos de defensa de los pacientes y la industria sanitaria deben establecer claramente por escrito y comunicar sus principios y límites a la otra parte.
Ambas partes de la asociación deben entender y aceptar que no hay quid pro quo. Con su apoyo financiero, la industria no está comprando un portavoz en forma de grupo de defensa del paciente. Del mismo modo, el grupo de defensa del paciente no puede esperar una garantía de apoyo financiero por parte de la industria simplemente porque acuerden trabajar juntos en una iniciativa.
Hay que establecer políticas y procedimientos que apoyen una conducta independiente y ética. Para el sector sanitario, esto significa una clara separación organizativa entre las fundaciones benéficas y las operaciones diarias. Los grupos de defensa del paciente deben buscar en sus juntas directivas una orientación clara sobre lo que constituye un conflicto de intereses y cómo evitarlo. Los consejos de administración también pueden definir los parámetros aceptables para ciertas actividades, como el cabildeo. La industria debe respetar todos los límites y restricciones definidos por los consejos de administración de sus socios de GAP.
Divulgar las asociaciones públicamente promueve la transparencia y la responsabilidad. Ambas partes deben hacer pública su colaboración, incluidos los acuerdos financieros. Esto debe hacerse de manera que la información sea fácil de encontrar y comprender. No se limite a incluir la información financiera en las declaraciones del IRS; vaya más allá y comparta esta información en los sitios web de la organización, en los informes anuales y en cualquier material colateral producido como parte de una iniciativa financiada.
Juntos, el sector sanitario y los grupos de defensa del paciente pueden producir mejoras espectaculares en las vidas de los pacientes y los cuidadores. Simplemente no pueden perder de vista su misión y sus valores mientras trabajan por un mañana mejor.
Corinna es una escritora y estratega de contenidos de marketing especializada en salud digital y asistencia sanitaria. Su interés y experiencia en salud y cuidado de la salud ha surgido de su experiencia como paciente y defensora de la diabetes. Puedes encontrar a Corinna en línea en www.corinnacornejo.com y en @corinnacornejo en Twitter.