Acerca de las Enfermedades de Inmunodeficiencia Primaria
¿Qué es la PIDD?
Las Enfermedades de Inmunodeficiencia Primaria (PIDD) son un grupo de más de 350 trastornos crónicos que resultan de defectos en el sistema inmunológico del cuerpo que son causados por defectos hereditarios o genéticos. Los pacientes con PIDD tienen una mayor susceptibilidad a las infecciones debido a su respuesta inmunitaria defectuosa, soportando problemas de salud recurrentes y desarrollando a menudo enfermedades graves. Con una atención médica adecuada, muchos pacientes pueden llevar una vida plena e independiente.1, 2
Prevalencia &Diagnóstico
Se calcula que 1 de cada 1.200 personas tiene una PIDD diagnosticada. Esto supone aproximadamente 270.000 casos diagnosticados en Estados Unidos, lo que es similar a la leucemia. Según los Institutos Nacionales de Salud, otras 500.000 personas en los Estados Unidos no están diagnosticadas. La estimación mundial es que 6 millones de personas viven con PIDD.2,3
La PIDD puede ocurrir en individuos de cualquier edad. Se diagnostica mediante un examen físico, antecedentes familiares y pruebas de laboratorio después de infecciones recurrentes. También puede diagnosticarse a través del cribado neonatal. Según una encuesta de la FID, los pacientes tardan una media de 12 años en recibir un diagnóstico de IDP, desde el momento en que comienzan sus síntomas.4
Síntomas
Uno de los signos más comunes de la inmunodeficiencia primaria son las infecciones frecuentes de larga duración o más difíciles de tratar que las de alguien con un sistema inmunitario normal. Los pacientes también pueden contraer infecciones que una persona con un sistema inmunitario sano probablemente no contraería (infecciones oportunistas).1
Los signos y síntomas difieren según el tipo de trastorno de inmunodeficiencia primaria, y varían de una persona a otra.
Los signos y síntomas pueden incluir:1
Infecciones frecuentes y recurrentes como neumonía, bronquitis, infecciones de los senos paranasales y/o de los oídos, meningitis, infecciones de la piel y abscesos, infecciones víricas o fúngicas
Retraso en el crecimiento y el desarrollo
Diarrea crónica con pérdida de peso
Necesidad recurrente de antibióticos por vía intravenosa
Abscesos recurrentes
Antecedentes familiares de PIDD
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