Si alguna vez se ha vacunado contra la gripe, es posible que sienta dolor en la parte superior del brazo durante uno o dos días después. Según los inmunólogos, esto es una señal de que la vacuna está funcionando.
La vacuna antigripal funciona introduciendo en su cuerpo una sustancia extraña llamada antígeno (en este caso, el antígeno es un virus desactivado o «muerto» similar al virus de la gripe). La exposición a un antígeno «prepara» a las células del sistema inmunitario para que creen anticuerpos si vuelven a encontrarse con la sustancia extraña. El virus inactivo de la vacuna no puede enfermar, pero ayuda a sensibilizar al sistema inmunitario ante posibles amenazas. Esencialmente, la vacuna pone a su cuerpo en alerta máxima ante cualquier cosa que se parezca al virus de la gripe, permitiéndole luchar contra las infecciones y enfermedades de forma más rápida y eficaz de lo que podría hacerlo de otro modo.
En el proceso de lucha contra el virus de la gripe inactivo introducido por la vacuna antigripal, su sistema inmunitario también libera mediadores como la histamina, que provoca inflamación. En caso de infección, la inflamación es importante porque ayuda al cuerpo a combatir a los invasores y a reparar el tejido dañado. Pero también es lo que provoca el dolor. La vacuna contra la gripe suele inyectarse en la parte superior del brazo, por lo que la respuesta inmunitaria temprana -y el dolor- suele localizarse en esa zona.
Aproximadamente una de cada cinco personas tiene este tipo de reacción dolorosa, según explicó el inmunólogo Richard Zimmerman a Popular Science. Si usted es susceptible de sentir dolor después de recibir la vacuna contra la gripe, hay algunas medidas que puede tomar para aliviar el dolor. La Dra. Juanita Mora, de la Asociación Americana del Pulmón, recomienda tomar un ibuprofeno unas dos horas antes de recibir la inyección.
«También puede intentar aplicar hielo en el lugar de la inyección para reducir el enrojecimiento y la hinchazón», dijo la Dra. Mora.
También es importante mover el brazo después de recibir la inyección para que la vacuna no se concentre tanto en un solo lugar. Si no es así, siempre puedes intentar vacunarte en tu brazo no dominante para que el dolor no interfiera en tus actividades cotidianas.
Sin embargo, cualquier dolor merece la pena: Aunque nunca hayas cogido la gripe antes, siempre existe la posibilidad de que la cojas en el futuro. Y vacunarse contra la gripe también contribuye a la inmunidad de grupo, ayudando a proteger a las poblaciones de mayor riesgo (como los niños, los adultos mayores y los enfermos crónicos) que a menudo no pueden recibir la vacuna contra la gripe por sí mismos. Estar al día con las vacunas es una de las formas más sencillas en que las personas pueden contribuir a la salud de la comunidad.
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