Sabio de Ferney, 1753-1778
La productividad literaria de Voltaire no se ralentizó, aunque sus preocupaciones fueron cambiando con el paso de los años mientras se encontraba en su finca de Ferney, Francia. Fue más conocido como poeta hasta que en 1751 Le Siècle de Louis XIV le marcó también como historiador. Otras obras históricas son Histoire de Charles XII; Histoire de la Russie sous Pierre le Grand; y la historia universal, Essai sur l’histoire générale et sur les moeurs et l’esprit des nations, publicada en 1756 pero iniciada en Cirey. Dramaturgo extremadamente popular hasta 1760, empezó a verse superado por la competencia de las obras de William Shakespeare (1564-1616) que había introducido en Francia.
El conte filosófico (un relato corto de aventuras) fue una invención de Voltaire. Además de su famoso Cándido (1759), otros de sus relatos de este estilo son Micromégas, Visión de Babouc, Memnon, Zadig y Jeannot et Colin. Además de las Lettres Philosophiques y la obra sobre Newton (1642-1727), otras obras de Voltaire consideradas filosóficas son Philosophie de l’histoire, Le Philosophe ignorant, Tout en Dieu, Dictionnaire philosophique portatif y Traité de la métaphysique. La poesía de Voltaire incluye -además de la Henriada- los poemas filosóficos L’Homme, La Loi naturelle y Le Désastre de Lisbonne, así como el famoso La Pucelle, un poema deliciosamente travieso sobre Juana de Arco (1412-1431).
Siempre defensor de la libertad, Voltaire, en sus últimos años, se implicó activamente en la obtención de justicia para las víctimas de la persecución, o del acoso intenso. Se convirtió en la «conciencia de Europa». Su actividad en el asunto Calas fue típica. Un joven fracasado y deprimido se había ahorcado en la casa de su padre protestante en la ciudad católica de Toulouse, Francia. Durante doscientos años, Toulouse había celebrado la masacre (asesinatos crueles) de cuatro mil de sus habitantes hugonotes (protestantes franceses). Cuando se extendió el rumor de que el muerto había estado a punto de abandonar el protestantismo, la familia fue apresada y juzgada por asesinato. El padre fue torturado; un hijo fue exiliado (obligado a marcharse); y las hijas fueron recluidas a la fuerza en un convento (una casa para monjas). La investigación aseguró a Voltaire su inocencia, y de 1762 a 1765 trabajó en su favor. Empleó «sus amigos, su cartera, su pluma, su crédito» para mover a la opinión pública en apoyo de la familia Calas. En 1765, el Parlamento declaró a la familia Calas inocente.
La influencia de Voltaire siguió haciéndose sentir después de su muerte en París el 30 de mayo de 1778.