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«¿Quién es ese tipo con el que está hablando?»
«¿La está mirando?»
«¿Hay algo entre esos dos?»
«¿Por qué no me preguntaron si quería ir?»
Ahhh, la mente celosa en acción. Todos hemos pasado por eso. Sé que lo has hecho porque si no, ¿por qué estarías leyendo este artículo?
Ves, los celos son un combo pensamiento/sentimiento muy común…
…pero no es muy saludable.
Puede impedir que nos sumerjamos en las relaciones, ya sean íntimas o puramente platónicas.
Cuanta más desconfianza, celos e inseguridad haya en tu relación, más problemas causará, tanto para ti como para la otra persona.
Pero no te castigues por ello. Ese es el primer paso. Nada bueno sale de castigarse a sí mismo.
Verás, no tenemos el control total de nuestras reacciones emocionales ante cualquier situación. Aunque seamos capaces de racionalizar nuestros sentimientos y elegir manejarlos de una manera determinada, no siempre podemos controlar cuándo y cómo surgen.
Yo no puedo; tú no puedes; la persona de enfrente no puede.
¿Crees que eres el único que se siente así?
No lo eres.
¿Ahora no te hace sentir ya un poco mejor?
Con esto en mente, ¿cómo puedes afrontar mejor los sentimientos de celos que surgen en tu interior?
Tenemos algunas sugerencias para mantener a raya a ese monstruo de ojos verdes…
Entender la raíz de los celos
¿Qué son los celos, exactamente?
Es el miedo.
Es el miedo a perder algo que ya tienes, o es el miedo a no alcanzar algo que anhelas y que otros tienen (algunos pueden llamar a este segundo sentimiento envidia, pero todo se basa en el miedo de una forma u otra).
Los celos son la forma en que tu ego reacciona ante una amenaza -percibida o real.
Es parte evolutiva. Escondido en algún lugar de nuestro código genético está la instrucción primaria de sobrevivir y transmitir nuestros genes a la siguiente generación.
Sucede que otras personas pueden ser vistas como una amenaza potencial para este instinto.
Pero más que esto, tus celos provienen de tus experiencias pasadas. Por eso algunas personas experimentan celos más intensos que otras. Han tenido pasados diferentes.
Estás siendo continuamente moldeado por los acontecimientos de tu vida. En algún momento, sucedió algo que te causó dolor y este dolor ahora te hace temer que esa misma cosa vuelva a suceder.
Tus celos podrían incluso tener múltiples raíces, ramificándose a través de tu pasado como lo hacen las raíces de los árboles en la tierra.
Puede que te hayan herido varias veces, de más de una manera, personas a las que querías y que decían haberse preocupado por ti.
Así que el segundo paso (recuerda que el primero era no machacarte), es examinar realmente de dónde vienen tus celos.
¿Cuál es el desencadenante más común de tus celos? ¿Es una persona en particular, un objeto, un lugar o un acontecimiento recurrente que te provoca esas horribles punzadas de emoción?
Mirando hacia tu pasado, ¿cómo se convirtieron esas cosas en desencadenantes en primer lugar? ¿Qué dolor experimentaste que se relaciona con ellas?
Piensa realmente en ello. Escríbelo si te ayuda a tener una imagen más clara. Tal vez incluso considere unas cuantas sesiones con un consejero profesional.
Este paso es importante porque al entender las raíces de sus celos en el pasado, puede lidiar mejor con ellos en el presente.
Habla de ello (de la forma correcta)
Puede que pienses que lo mejor que puedes hacer en cuanto sientas celos es hablar con la otra parte, ya sea tu pareja o un amigo o familiar.
No es así.
No podrás pensar con claridad cuando tus emociones están a flor de piel, ni podrás comunicar lo que realmente sientes.
Pero te ayudará a sacar esos sentimientos de alguna manera.
En su lugar, da un paso atrás y habla con un amigo íntimo o con un ser querido en el que realmente confíes.
Sé todo lo sincero que sientas que puedes ser. Intenta sacarlo todo y dale a la persona el contexto que necesita para entender cómo te sientes.
Puedes tener sesiones de desahogo con alguien, pero para que la otra persona pueda ayudarte, tendrá que saber lo que realmente está pasando.
Empieza por cómo te sientes y habla del porqué.
¿Estás celoso de una persona específica en la vida de otra persona o simplemente la idea de que alguien te traicione de alguna manera?
Tienes que ser abierto y tan detallado como puedas – la comunicación es una parte enorme de cómo procesamos nuestras propias emociones.
A menudo, el mero hecho de hablar en voz alta con alguien es suficiente para permitirte organizar tus pensamientos. Es probable que te hagan preguntas de sondeo para aclarar lo que estás diciendo y esto te hará pensar más detenidamente en los sentimientos específicos que tienes.
Esto te ayuda a construir sobre los pensamientos que pusiste por escrito en el paso anterior.
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¿El origen es real?
Puede ser que estés celoso de algo que merezca la pena, o puede ser que tus sentimientos sean muy reales, pero sean sobre algo que has inventado en tu mente.
Si es esto último, no te culpes – todos creamos problemas en nuestra mente.
Los sentimientos resultantes pueden no estar basados en tu realidad actual, pero como es probable que se basen en tus experiencias pasadas (como se ha comentado anteriormente), siguen siendo válidos.
Así que… considero necesario recordarte el primer paso: no te machaques.
No te digas que eres estúpido por sentir celos. No te culpes a ti mismo.
Puedes encontrar maneras de lidiar con estos celos que no impliquen auto-ridiculizarte.
Por supuesto, a veces tus sentimientos se basan en preocupaciones genuinas…
No soy yo, eres tú
Parte de la evaluación de tus propias acciones es trabajar donde está el problema.
Puede ser que el problema radique en realidad en otra persona y que ésta tenga que estar ahí para ayudarte a superarlo.
Puede que estés celoso de lo cerca que está tu pareja de uno de sus amigos (del sexo opuesto). Esto podría ser tú creando un drama en tu cabeza, o podrías tener realmente una lista de ocasiones en las que se han comportado de manera ligeramente inapropiada.
Si es esto último, necesitas encontrar una manera de sentarte con la persona involucrada y resolver este asunto.
Tal vez necesiten controlar su propio comportamiento y evitar cosas que puedan molestarte, por muy inocentes que piensen o digan que son.
El mejor enfoque es hablar con franqueza el uno con el otro, pero con tanto amor y compasión como sea posible. Intenta dejar tus emociones a un lado sólo por un segundo y verlos como el ser humano que son.
Tienes que ser abierto de mente con este tipo de cosas, ya que no puedes pedirle a tu pareja que deje de pasar tiempo con uno de sus amigos.
Lo que sí puedes hacer es encontrar un punto intermedio que te haga sentir mejor sin exigirle que cambie sus comportamientos por completo.
No eres tú, soy yo
Por supuesto, todos tenemos que aceptar que, a veces, somos nosotros.
A veces nuestros amigos o parejas no hacen nada para ponernos celosos. Todo proviene de nuestra mente.
Puede que te encuentres resentido con un amigo cercano sin otra razón que tus propias inseguridades. Es fácil hacerlo, pero puede ser muy tóxico para ambos.
Puede que te encuentres con que no te gusta tu amigo, aunque lo quieras, porque representa las cosas que quieres en tu propia vida.
Esto es natural, y la mayoría de nosotros nos sentimos atraídos por la gente que vemos como una aspiración. Sentir un poco de envidia por la figura, las habilidades o el trabajo de tu amigo es bastante normal, pero no si empieza a apoderarse de ti y a causar problemas entre vosotros.
Confrontarlo
Confrontar tus sentimientos es algo que tiene dos vertientes, y abarca todo lo que hemos hablado hasta ahora.
Descubrir lo que está pasando, determinar quién tiene que cambiar qué, y luego hacer que suceda.
Esto podría significar sentarse con su pareja y planificar una manera de asegurarse de que se siente seguro.
Incluso podría ser darse cuenta de que la relación no es adecuada para ti en este momento si eres tan inseguro y desconfiado.
Recuerda que esta etapa es dura….
… realmente, muy dura.
Necesitarás a tus seres queridos para que te apoyen: reconocer tus sentimientos ya es bastante difícil, y mucho más enfrentarte a ellos.
Pero puedes hacerlo, y lo harás. Y aunque parezca imposible, te sentirás mejor.
Piensa en positivo
Puede ser realmente difícil ver lo positivo en este tipo de situaciones, ¡pero está ahí en alguna parte!
Sientes celos de lo cerca que está tu pareja de otra persona porque la quieres mucho y la quieres toda para ti.
Esto es poco realista, por supuesto, pero aún puedes pensar en lo positivo: están contigo y quieren estar contigo.
Cualquier adulto es capaz de terminar una relación si ya no la quiere, y tienes que confiar en que tu pareja lo haría.
El hecho de que estés en una relación con alguien que te importa tanto -y que te quiere tanto que te ayuda a superar los celos y las inseguridades- es algo enorme.
Tratar con los sentimientos de celos puede ser muy molesto, por lo que ser honesto contigo mismo desde el principio es muy importante.
Cuanto antes puedas reconocer estos sentimientos, antes podrás afrontarlos y seguir adelante.
Recuerda que estos sentimientos a menudo surgen porque te preocupas por alguien, lo que puedes convertir en algo positivo.
Al hablar de estos temas, tu pareja, amigo o colega te respetará y estará más abierto a encontrar formas de ayudar.
Decirle a alguien seis meses después que has estado resentido con algo de él todo el tiempo…
No cae tan bien.
Confía en mí.
Sé honesto, abre tu corazón y prepárate para hacer un trabajo duro. Te sentirás mucho mejor.
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