Jane Fonda sobre cómo dejó su bulimia de golpe: ‘Puedes’ superarlo

Jane Fonda abre cómo superó su trastorno alimenticio, gracias a su famoso entrenamiento aeróbico.

Gillian Telling

21 de septiembre de 2018 02:12 PM

En 1982, cuando Jane Fonda lanzó su imperio de videos de entrenamiento a la edad de 45 años, había superado recientemente un trastorno alimentario que comenzó cuando era adolescente, y dice que los entrenamientos fueron fundamentales para ayudarla a superar finalmente la enfermedad.

«Hacía los ejercicios antes de empezar el negocio, y me devolvió la sensación de control sobre mi cuerpo», dijo a la editora jefe de PEOPLE, Jess Cagle, en el episodio más reciente de la Entrevista con Jess Cagle.

Mira el episodio completo de La Entrevista con Jess Cagle: Jane Fonda, en streaming ahora en PeopleTV.com, o descarga la aplicación de PeopleTV en tu dispositivo favorito.

Jane Fonda
– Paul Popper/Popperfoto/Getty
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«Cuanto más espacio pones entre tú y la adicción, más fácil es», dice sobre la recuperación tanto de la bulimia como de la anorexia. «Empecé a hacer ejercicio, y eso cimentó mi capacidad para comer con normalidad, algo que ahora puedo hacer. Algunas personas dicen que nunca se puede superar, pero sí se puede».

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– Stephen Lovekin/Variety/REX/
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En cuanto a cómo dejó finalmente el ciclo de atracones y purgas -o simplemente de evitar la comida por completo- dice que la realidad era que se estaba haciendo demasiado mayor para manejarlo.

«Hubo un momento, a mediados de los cuarenta, en el que me di cuenta de que si seguía controlada por estas adicciones, iba a… no sé si a morir, pero mi vida se desmoronaría», dice.

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– Gisela Schober/Getty
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«A medida que envejeces, con cada borrachera, el cansancio y la hostilidad y el autodesprecio duran más», dice. «Tenía un marido e hijos y una carrera, y era políticamente activa. No podía seguir haciéndolo todo y permitir que esta adicción arruinara mi vida. Así que lo dejé en seco».

Añade que no fue fácil: «Fue muy duro», admite.

Fonda dice que le gustaría que los demás entendieran que los trastornos alimentarios nunca tienen que ver con la comida. «Tiene que ver con llenar un hueco», dice. «Somos recipientes que necesitan estar llenos de espíritu… pero hay otras formas de llenarlo».

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